Después de tres largos meses de estado de alarma, el pasado lunes 22 de junio el Gobierno decretó la nueva normalidad en todo el país.
Tres largos meses que nos han traído la friolera de cerca de diez millones de contagiados en todo el mundo de los que 250.000 han sido en España, con más de 28.000 fallecidos.
Refiriéndonos a nuestra provincia de Navarra el total de contagiados han sido algo más de 5.500 y el de fallecidos ha sobrepasado los 500.
Cifras alarmantes aunque algo frías. La auténtica realidad de esta pandemia ha sido el confinamiento durante estos meses que ha supuesto graves perjuicios para el tema laboral y grandes pérdidas sobre todo en el sector hostelero y en el turismo, además de los importantes daños para pequeñas empresas y autónomos.
Por otro lado, se ha demostrado la gran profesionalidad de sectores muy implicados en el tema como los sanitarios, que, a pesar de no contar en ocasiones con las medidas pertinentes de seguridad, y poniendo en grave peligro su salud han estado al frente de sus trabajos intentando curar y proteger a los contagiados y hacerles su estancia en hospitales un poco más llevadera.
En lo que afecta a nuestro pueblo de Úcar, la repercusión ha sido mínima en cuanto a contagios. Dentro de este estado de alarma hemos tenido noticias tristes como el fallecimiento de varias personas mayores que aunque no vivían en nuestro pueblo tenían gran relación con nuestros vecinos (Margarita Amatriain, Miguel López, Maria Paz Ugarte, Ana Perez y Loly López). Duros días para sus familiares ya que no han podido ser despedidos como hubieran querido. También en este periodo de confinamiento ha habido buenas noticias como el nacimiento de Arima Oroz, Alba Senosiain y Junnueth Diaz.
Y con la nueva normalidad, ¿qué nos espera?. Estamos en la incertidumbre sobre los atisbos de nuevos brotes de contagios. Ante la apertura de actividades como piscinas, sociedades, hostelería, etc. que conlleva un mayor contacto entre todos, deberemos de poner todas nuestras precauciones para evitar que este terrible virus aparezca entre nosotros. Es comprensible las ganas que todos tenemos de reanudar nuestras cotidianas costumbre pero mientras no se haga efectiva la vacuna que neutraliza al covid-19 debemos ser cautos y precavidos.
